Hemos escuchado a últimos días, en nuestra coyuntura política, económica y social, del tema de las calificadoras como Fitch, S&P Global Ratings, Moody´s, HR Ratings, Verum, DBRS y AM Bes, entre otras, que califican a la economía mexicana y algunas de sus empresas estatales, como lo es PEMEX; preguntándonos si es pertinente que tengan injerencia sobre nuestros asuntos económico, si tienen algún interés, a quién le rinden cuentas y quiénes las regulan. A propósito del tema el presente artículo, pretende que el lector  tenga un panorama o concepción de lo que es el concepto clásico de Estado, su elementos, su objeto y como este concepto jurídico-político, surgió en un momento histórico determinado y ahora pareciera ser incompatible o insostenible con la coyuntura actual que plantea la globalización, el neoliberalismo y los organismos supranacionales, entre ellos las calificadoras, esperando que el presente artículo  dote al lector de elementos para que  forme su propio criterio y pueda tener una postura respecto al tema planteado.

               Conceptualización del Estado, el hombre a lo largo de su historia ha tenido la necesidad de agruparse  para poder afrontar las realidades y dificultades que le presenta la naturaleza y poder satisfacer sus necesidades en general. Y  a  través del tiempo ha ido adoptando varias formas de organización social, que por cuestión de no resultar tedioso, no enunciare en este espacio, por lo que situándonos cronológicamente en la etapa final de la Edad Media que, Maquiavelo, en su obra denominada “El Príncipe” ,fue el primero en utilizar el término  Estado, que si bien no dio el concepto de estado que prevaleció hasta ahora, si permitió que desde la ciencia del Derecho se creara o iniciara una disciplina conocida como la teoría del Estado. Ya en  el Renacimiento y con los pensadores conocidos como de la Ilustración, fue que encontramos los primeros antecedentes o aportaciones relevantes  al concepto de Estado que persiste en la actualidad. Fueron autores como Rousseau, que hablo del contrato social; como Montesquieu, que fue el primero en plantearla necesidad de crear un sistema de contrapesos de poder a través de la división de poderes. Desde entonces hasta la fecha se fue fortaleciendo el concepto y dotándolo de los elementos que se reconocen en todo Estado en la actualidad. Bien, de acuerdo a la teoría del Estado actual  se pude definir al mismo de la siguiente manera: “un conjunto de personas asentadas en un territorio determinado, con un orden jurídico creado, aplicado y sancionado por una autoridad o poder público, con soberanía interior  y exterior y siempre con un fin que es la obtención del bien público.”

El Estado ante el fenómeno de la globalización. La globalización significa los procesos donde los Estados nacionales soberanos  se entremezclan  mediante transnacionales (empresas, medios de comunicación).La globalización nos recuerda que nada de lo que ocurre en el mundo es un suceso localizado.  Es claro que el fenómeno de la globalización ha implicado la consolidación del modelo económico neoliberal, ya que ha impuesto, a lo largo y ancho del mundo, las ideas de dicho modelo económico. Primero fomentó el intercambio comercial entre naciones, es decir, lo que se conoció como comercio exterior o comercio internacional y dicho fomento se realizó, primeramente, a través de tratados internacionales que permitieron la eliminación de disposiciones arancelarias, lo que permitió el libre flujo de mercancía y productos por el mundo, se comenzó a hablar de integración de estados, ya que zonas  geográficas conformadas por varios Estados comenzaron a, primero tener tratados de libre comercio, hasta crear zonas comunes como la euro zona,  en la que existen autoridades supranacionales y libre flujo de factores de producción. Pero esta integración y florecimiento del comercio internacional, a la luz de los años, nos ha permitido observar que ha favorecido solo a las grandes potencias, ya que de alguna manera sus problemas de sobreproducción y subconsumo lo corrigen con el comercio internacional y para los Estados menos desarrollados ha representado una dependencia enorme de lo que reciben del exterior. En segundo término el desarrollo de tecnología, y en particular de tecnologías informáticas o de comunicación, ha permitido que el proceso de globalización se consolide y que ahora la información es un elemento valioso, ya que la información es poder, pero dicha comunicación mundial ha permitido  el libre flujo de capitales o intercambios bursátiles, de un Estado a otro, existiendo la posibilidad de mover grandes fortunas de un lugar a otro con solo teclear un botón.

En síntesis la globalización ha generado una situación de dependencia entre los Estados, que los pone en una situación de vulnerabilidad económica e incluso política y que además ha representado incluso una pérdida de identidad histórica y cultural, ya que la globalización tiende a crear un Estado mundial homogéneo en lo económico, político y cultural, en el que el poder y control recae en  las grandes superpotencias, organismos internacionales y empresas transnacionales.

El Estado y el Neoliberalismo. Al término de la guerra fría, a  raíz  de la derrota  de URSS o lo que se intentó explicar cómo derrota de la URRS y más que derrota de la URRS derrota del modelo económico socialista, fue que el capitalismo se  encumbró como la única vía o modelo económico que la quedaba al mundo. En este contexto fue que surgió el modelo Neoliberal que tenía como base el Liberalismo Clásico del siglo XIX desarrollado por Adam Smith, David Ricardo y John Stuart Mill entre otros y que se resumía en tres principios básicos: 1.-libertad personal, 2.- libertad privada y 3.- Iniciativa y propiedad privada en las empresas. Proponiendo, en pocas palabras, en cuanto al plano internacional, el libre flujo de mercancías y capitales por el mundo; y en el plano nacional, la desregulación, la privatización de las empresas del estado, el desmantelamiento del Estado benefactor, y la nula injerencia del Estado en los mercados.

Aunque, a mi entender, dicho modelo neoliberal más que un modelo o teoría económica, representó la construcción de un discurso que sirvió de justificación para la voracidad  y ambición de algunas empresa transnacionales que de esta manera justificaron la explotación  de mano de obra y mercados en todo el mundo, actuando  de manera impune, bajo el discurso del libre mercado y la no intervención del Estado. Pero ante las crisis o quiebras de sectores económico si exigen la intervención o rescate del Estado. Esto se resume en que para dicho modelo económico se privatizan las ganancias y se socializan las pérdidas, a lo que yo agregaría que ante la bonanza y las ganancias que el Estado no exista o no aparezca pero ante la dificultad y la crisis que el Estado asuma su responsabilidad y obligación de corregir el problema.

Organismos supranacionales. A raíz del término de la segunda guerra mundial, recordemos que el mundo quedo bajo el dominio de dos grandes superpotencias los Estados Unidos y la URSS. Por lo que los Estado Unidos, crearon para su beneficio y con la intención de garantizar su posición de hegemonía sobre el resto del mundo una serie de organismos internacionales, que desde su concepción fueron diseñados para ser integrados  y controlados por los Estado Unidos y algunas otras potencias. Dichos organismos internacionales surgieron en el ámbito militar: la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en el ámbito político, el G8, G20 y la ONU y en el ámbito que nos atañe el económico, el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM), la Organización Mundial del Comercio (OMC) y Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Aunque habrá que señalar que dichos organismos supranacionales  prestan asistencia o recursos financieros a los Estados, pero dicha actuación está condicionada a que los Estados cumplan con ciertas medidas o planes que imponen estos organismos lo que claramente va en detrimento del concepto de soberanía como elemento del Estado, ya que, ya no existe tal libertad de autodeterminación del mismo.

Las Calificadoras. Estas instituciones, que se han encontrado en boca de todos a últimos días, a qué se dedican, quienes son, cómo califican, entre otras cuestiones, que nos surgen en el panorama actual. Podemos señalar que las calificadoras son compañías dedicadas a evaluar la capacidad de pago de un deudor, es decir, qué tan probable es que quien contrae una deuda cumpla con sus compromisos de pago. Los deudores pueden ser gobiernos federales, estatales, municipales o empresas. Los criterios que utilizan las calificadoras son los ingresos y gastos presentes y futuros. Con los flujos de ingreso y gasto del presente y futuro, la calificadora hace una evaluación de las posibilidades de pago del deudor. Las calificadoras crean modelos financieros, con los que hacen supuestos de crecimiento de las variables que afectan los ingresos de las entidades que califican. Y las calificaciones se establecen de forma diversa,  por ejemplo, para Moody’s existen once escalones.  Los más altos son Aaa, Aaa1, Aaa2, Aaa3, A1, A2, A3, y el más bajo C. Para S&P y Fitch, los escalones más altos son AAA, AA+ y AA y  los más bajos NR. S&P cuenta con 25 escalones y Fitch con 28. Las matrices de las calificadoras más importantes se encuentran en Estados Unidos, cuestión no menor, debido al impacto de su calificaciones en la economía global y al conflicto de interés que pudieran tener en sus determinaciones, ya que no debemos olvidar ejemplo como el de la crisis iniciada en agosto de 2007 en el sector inmobiliario de Estados Unidos a causa del impago de las hipotecas conocida como la “crisis subprime” que afectó al conjunto de la economía, no solo de este país, sino también del resto del mundo. Y en el que las el papel de las calificadoras fue por decir lo menos, cuestionable, ya que nunca advirtieron los riesgo en la adquisición de este tipo de bonos.

A manera de recuento es claro que el concepto de Estado clásico que acuñó la teoría del estado es incompatible con la realidad actual, ya que por un lado la soberanía como elemento del estado, parece ya no existir o no respetarse o estar muy acotada, ya que ante los organismos supranacionales un Estado debe sacrificarla si quiere obtener recursos o asistencia de los mismos, lo que da como resultado que ya no se pueda hablar de Estados soberanos ya que ninguno es independiente o autónomo sino la contario la mayoría están condicionados o atados a alguno de estos organismos. Además por lo que toca a la fenómeno de la globalización, el mismo genera un libre flujo de información, capitales, personas y cultura lo que provoca que un Estado carezca de identidad y que uno de su elementos básicos, que es la población, sea muy volátil o inestable, ya  al pretender eliminar las fronteras, el Estado pude quedarse sin su elemento principal que son las personas.

A mi entender, resulta evidente que  el debilitamiento del Estado que  propuso el modelo neoliberal ahora es parte importante del problema de las crisis  económicas que aquejan a la mayor parte del mundo, ya que los Estados por sí mismos, son incapaces de recuperase de dichas crisis, debido a que estas no se provoca en un Estado mismo, sino que al prevalecer la interdependencia económica entre naciones, al caer en recesión o estancamiento la economía de un Estado inmediatamente repercute en la economía del resto de los Estado, en una especie de efecto dómino; por otro lado los Estados en sí, se muestran incapaces de solucionar sus crisis,  lo que lo obliga a acudir a organismos internacionales en busca de ayuda y soluciones, comprometiendo aún más su autonomía  e independencia. En este sentido las calificadoras juegan un papel fundamental, en el que prácticamente sus dichos, determinaciones o calificaciones propiamente, tienen el poder de hundir a un Estado en las crisis o ayudarlo a salir de ella. Pero en este contexto de globalización e interdependencia, resulta imposible para un Estado como México o cualquier otro, el pretender desconocer o negar lo determinado por las calificadoras, ya que prácticamente se estaría hundiendo en una espiral de crisis económica, de la que difícilmente podría reponer, ya que están son “las reglas del juego”, por lo menos por el momento, y desconocerlas no representa solución alguna. Aunque esta desmaterialización de la economía y prevalencia de los fenómenos económicos por sobre los políticos y sociales, provoca que los gobiernos de los Estados sean incapaces de explicarle a su  gente, que ha venido trabajando y haciendo lo mismo que en los últimos años, por qué ahora están en crisis,  sin un aparente motivo.

Aguascalientes Ags.  a 23 de marzo de 2019.

Por LD y MDF Luis Muñoz Pérez